Dramaturgia y dirección: Mateo Gamarra Wiegold
Asistencia de dirección: Tamara Padilla
Desde inicios de junio se viene presentado en el auditorio del Centro Cultural El Olivar “Dos reinas y media”, de Mateo Gamarra, obra en la que vemos a María Antonieta (Chusi Amorós), Alejandra Romanov (Gabriela Billoti) y Diana de Gales (Mari Pili Barreda); tres mujeres de la realeza con algo más que su rango “real” en común: ellas habían tenido matrimonios infelices, habían sido criticadas y cuestionadas, e incluso habían tenido una muerte tristemente memorable. El 31 de agosto de 1997 Diana sufre un accidente de auto en el que pierde la vida, y despierta en una habitación en la que están –desde hace ya bastante tiempo– las otras dos reinas que, un tanto cansadas de la convivencia, tratarán de obtener su amistad. Sin saber por qué están condenadas a ese encierro, poco a poco irán descubriendo ante las otras, ante el público y para sí mismas, los motivos que no les permiten salir de esa especie de “limbo”. La amistad que se consolida entre las tres será, entonces, el vehículo de conocimiento y confianza, que les permitirá contar su historia y su sufrimiento, para así perdonarse a sí mismas.
Se trata de una historia interesante, que parte de lo biográfico para indagar en el espíritu de cada una de estas mujeres; cómo sintieron lo acontecido en sus vidas y qué las llevó a cometer determinados actos, todo esto para revalorar ya no la imagen pública, sino el lado humano de estos personajes. “Dos reinas y media” avanza con agilidad; Chusi Amorós se muestra juguetona y pícara en el rol de María Antonieta; Billoti seria, solemne y fuerte como Alejandra Romanov; y Mari Pili Barreda delicada pero enérgica a la vez. Sus interpretaciones se desarrollan con solvencia y frescura –muy bien lograda pese a la dificultad que supone interpretar a un personaje basado en una figura de la Historia–; además, en algunos momentos asumen roles masculinos, para “contar” –mediante la recreación de pasajes conocidos de la vida de las mujeres– sus historias. Vemos así a Gabriela Billoti como el amante de Ma. Antonieta, y a Barreda como el Delfín de Francia; esta también toma el rol de Rasputín; y Amorós el de Dodi Al-Fayet, todo esto sin mayor aditamento, lo cual las lleva a cambiar por completo su lenguaje corporal, asumir posturas masculinas y a “pararse de otra manera” en el escenario. Si bien el día que asistimos a la función pudimos notar cierta afonía en Barreda, esto no fue un obstáculo para su desenvolvimiento.
“Dos reinas y media” es una puesta muy cuidada; desde el uso preciso y coordinado del sonido, así como un manejo ingenioso de la iluminación –que genera nuevos espacios en escena y que aporta sentido–; pasando por el impecable vestuario acorde con cada época, que no descuida el más mínimo detalle –zapatos, peinados, accesorios–; hasta el maquillaje de las actrices, que termina por completar la caracterización. La escenografía es otro punto a destacar: la habitación que parece ser algo vieja es funcional y muy elaborada, pues se cuida, nuevamente, cada detalle, sin llegar a ser ostentosa, pues todo está puesto ahí para ser usado. El producto final, la puesta en escena, revela un trabajo muy cuidadoso del equipo en conjunto, así como una labor de dirección eficiente y precisa, sencilla y directa; que no descuida detalles y que a la vez no se estanca en ellos, sino que construye una obra que se desarrolla de modo ágil; que conmueve y divierte a la vez. Y ojo que es la primera obra de Mateo Gamarra.
El teatro sabe 
Aplausos y éxitos para Mateo Gamarra!